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| Fuente: http://hablemosdemisterio.com/ |
El
miedo es libre, o al menos eso es lo que se dice para quitarle un poco de
hierro al asunto. No voy a hacer una tesis acerca del origen del miedo ni nada
semejante. Además, no tengo ni conocimientos ni capacidad para acometer
semejante empresa.
Únicamente
quiero compartir con vosotros, los fieles y pacientes amigos, que tenéis la
amabilidad de leer las entradas que escribo de vez en cuando, algunos de los
miedos que albergo:
Tengo
miedo de tener miedo, de no vivir por su culpa, de dejar de sentir, no
arriesgar, de acostumbrarme al tedio y al aburrimiento, de ceder ante la
rutina, de llevar una vida gris y mediocre, de no haber amado lo suficiente, de
no escuchar, de no demostrar lo que siento a las personas que quiero, de
cerrarme en el egoísmo, de vivir para mí y considerar al otro como una amenaza,
de aferrarme a la prisión de mis prejuicios y esquemas, a dar esperando siempre
recibir, a no abrir el corazón y a vivir anclado en el pasado o proyectado en
el futuro, olvidando vivir HOY.
Descubrí lo único que seguro es cierto,
que ni puedo ni quiero dejar de amarte,
te busco en sueños y te sueño despierto,
tengo miedo de nunca más volver a verte.
que ni puedo ni quiero dejar de amarte,
te busco en sueños y te sueño despierto,
tengo miedo de nunca más volver a verte.
